La veterana banda estadounidense Aerosmith, con un repertorio de sus mayores clásicos en casi 50 años de carrera, inundó hoy de rock pesado el Rock in Río, el mayor festival musical de América Latina y que en sus tres primeras noches de la nueva edición en Río de Janeiro había abusado del pop.
«Los chicos malos de Boston», la mayor atracción en la cuarta de las siete jornadas del Rock in Río este año, extasiaron a los cerca de 100.000 espectadores que, en su mayoría vestidos de negro y usando camisetas de diferentes bandas icónicas de rock pesado, inundaron desde temprano la Ciudad del Rock.
El grupo, del que hoy actuaron este jueves tres de sus fundadores, el cantante Steven Tyler, el guitarrista Joe Perry y el bajo Tom Hamilton, deleitó a los cariocas con las canciones incluidas en la gira «Aero-Vederci Baby», que realiza actualmente por Sudamérica y viene siendo presentada como la última de la banda.
Aerosmith repitió en Río el mismo repertorio de sus conciertos en Quito y Belo Horizonte, comenzando con clásicos como «Let the music do the talk«, «Love in an elevator» y «Cryin», pasando por «I don’t want to miss a thing» y «Crazy», y concluyendo con «Dream On» y «Walk this way».
Pese a que en el concierto de cerca de hora y media sólo fueron interpretadas canciones compuestas antes del año 2000, el público supo seguirlas todo el tiempo.
La de 2017 es la décimo séptima edición del Rock in Río y la séptima en Río de Janeiro, en donde el evento nació en 1985, antes de comenzar a turnarse con ciudades como Madrid (tres ediciones), Lisboa (seis) y Las Vegas (una).
Redacción (Agencias)