Salimos de compras por Internet y vemos anuncio más que curiosos. Los hay que quieren vender un atril antiguo perfecto para notificaciones familiares o quienes tiran de nostalgia para deshacerse de una bandero de estadio olímpico de Barcelona’92. Ojo, que también las hay que buscan amante de 30 a 40 años o quienes buscan comprador para un extractor «de humanos».