La música tiene una capacidad increíble de emocionar a las personas. Son capaces de hacernos reír, llorar, alegrarnos el día y subirnos la moral en un momento dado. Pero ¿alguna vez te ha producido escalofríos, poniéndote la piel de gallina? Pues si es así, puede que tu cerebro sea especial.
Un estudio realizado por la Universidad de Harvard sostiene que las personas que presentan mayor apego sentimental y físico con la música tienen estructuras cerebrales diferentes a los que no. La investigación mostró que tendían a tener un volumen más denso de las fibras que conectan su corteza auditiva con las áreas del cerebro que procesan las emociones, lo que significa que ambos pueden comunicarse mejor.
Es decir, que si tienes escalofríos escuchando música, es más probable que tengas emociones más fuertes e intensas. El estudio se ha publicado en Oxford Academic, y la revista Neuroscience.
redacción (Agencias)