Un infarto fue «la luz» que impulsó al octogenario Miguel Castillo a no quedarse parado y seguir estudiando y, tres años después de empezar la carrera de Geografía e Historia, pues cree que la edad «no es un freno para actuar en esta vida», empieza una nueva aventura en Verona como estudiante erasmus.
Notario jubilado, melómano, exfutbolista, padre de tres hijas y abuelo de seis nietos, este valenciano de 80 años eligió la ciudad italiana para estudiar el próximo cuatrimestre porque hace 42 años estuvo allí con su primera mujer en un concierto de María Callas.
Compartirá su nuevo reto con su segunda mujer y, aunque confiesa que no le importaría alojarse en un colegio mayor, lo harán en un hotel las primeras semanas y luego irán a un apartamento.
Seguro que le vienen bien estos consejos:
Redacción (Agencias)