La primera lluvia de estrellas del verano, las delta acuáridas, tendrán su máximo ritmo alrededor del lunes 30 de julio, pero se verán deslucidas por el brillo de la luna, prácticamente llena.
Las estrellas fugaces serán débiles y se requerirá paciencia, cielo bien oscuro y una larga observación para obtener resultados fiables, según la Sociedad de Observadores de Meteoros y Cometas de España.
Las lluvias de estrellas se producen cuando la traza de partículas de polvo y rocas que dejan los cometas en su órbita entran en la atmósfera de la Tierra y se volatilizan produciendo un efecto luminoso: los meteoros.
Las delta acuáridas son por tanto una lluvia de meteoros, sucesos que ocurren en la atmósfera a unos cien kilómetros de altura cuando esos fragmentos muy pequeños de polvo se queman a gran velocidad.
Redacción (Agencias)