El esquema mental ante las altas temperaturas en España ha hecho del aire acondicionado la principal opción para mitigar el calor. Pero existen otros sistemas más naturales y sostenibles. Los enfriadores evaporativos recrean «el proceso de transpiración del cuerpo humano».
Estos aparatos cuentan con siete piezas, entre las que se incluyen varias planchas de celulosa, un depósito de agua que humidifica la celulosa y un ventilador acoplado en su interior.
Al ponerse en marcha, el ventilador absorbe el calor, haciéndolo pasar por los paneles y salir fresco por el otro lado. Este aparato puede llegar a reducir en 12 grados la temperatura ambiente. El mecanismo adapta una práctica desarrollada en regiones de la cuenca Mediterránea hace más de 2.000 años, que consistía en colocar mantas húmedas sobre las ventanas para refrigerar el aire que penetraba por las viviendas.