La ciudad de Pontevedra, con 82.000 habitantes, ha sido calificada en una de las últimas publicaciones del diario británico de The Guardian como «paraíso» y el motivo es la ausencia de ruido en sus calles por el uso escaso del automóvil.
El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, del Bloque Nacionalista Gallego, afirma que antes de que llegara a la alcaldía en 1999, un total de 14.000 coches circulaban por una de las calles principales» de Pontevedra y que «pasaban más coches por la ciudad que personas viven aquí».
En su primer mes en el consistorio gallego peatonalizó 300.000 metros cuadrados del casco antiguo de la ciudad, que en ese momento era una zona marginal, lleno de coches y con problemas de drogas. Además, retiraron semáforos, instalaron rotondas y redujeron el límite de velocidad a 30 km/h.
Los beneficios de estas medidas no tardaron en llegar. Entre 1996 y 2006 fallecieron 30 personas a causa de accidentes de tráfico, mientras que la década posterior, solo 3 personas murieron de ese mismo hecho. Por otro lado, las emisiones de CO2 bajaron un 70% y la población ha aumentado en 12.000 personas.
Redacción (Agencias)