Una empresa estadounidense que fabrica bebidas vitaminadas, ha lanzado un órdago a los ciudadanos de a pie que estén dispuestos a desengancharse del móvil durante un año en formato concurso. Un reto cuanto menos complicado pero que tiene un suculento premio: ni más ni menos que 100.000 dólares (unos 88.000 euros).
Cualquiera puede participar en el concurso -eso sí, tiene que residir en Estados Unidos-. De entre todos, la compañía seleccionará a un afortunado/a que pasará 365 días con un móvil de 1996.
Las reglas son sencillas: el seleccionado se tiene que comprometer a no utilizar un teléfono móvil inteligente durante el tiempo que dure el concurso. Lo que sí podrá utilizar es un ordenador (portátil o de escritorio), si así lo desea, pero nunca un smartphone.
Si el concursante solo llega a cumplir la mitad del tiempo, se le recompensará con 10.000 dólares.
Redacción (Agencias)