«…Baby One More Time», mucho más que un álbum de pop adolescente de cuyo lanzamiento se cumple hoy 20 años, supuso no solo el inicio de la carrera discográfica de Britney Spears, sino que reformuló el género con una pauta tan singular que marcó musicalmente su década.
Un ejecutivo de Jive Records tuvo el ojo de fichar a una jovencísima Britney Spears y reunirla con el productor Max Martin, en un momento en el que el pop y la industria que lo manufacturaba había perdido el contacto con sus potenciales oyentes más jóvenes, especialmente con ellas. El genio sueco terminó ofreciéndole «…Baby One More Time», tema que fue lanzado el 23 de octubre de 1998 (el disco con el mismo nombre no llegaría hasta el 12 de enero de 1999).
Como curiosidad, cabe señalar que los puntos suspensivos fueron una manera de atenuar el énfasis en el verbo «hit» por su significado (literalmente, «golpear»), aunque el uso de esta palabra, que tiene muchas otras acepciones (entre ellas, alguna sexual y, la más probable, la de telefonear), fuera un error de traducción de Martin.
La connotación sadomasoquista del estribillo (buscada o no) unida a un videoclip icónico para el que la propia protagonista decidió presentarse como una Lolita uniformada de instituto, ayudaron a propulsar el tema. Además, destacaba por la cantidad de ganchos («hooks», en inglés), esto es, frases melódicas y arreglos que atrapan la atención del público, como los célebres «oh Bay-bay bay-bay» o los «mow-wowww».
Editado en formato de vinilo por primera vez en las últimas semanas, la edición original del disco «…Baby One More Time» despachó más de 25 millones de copias en todo el mundo, lo que lo convierte en uno de los más vendidos de la historia.
Redacción (EFE)