El profesor Cliff Arnall, de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), estableció en 2005, a partir de una fórmula totalmente inventada, que el tercer lunes de enero era el día más triste del año. Pero el Blue Monday formaba en realidad parte de una campaña publicitaria para una agencia de viajes.
Pese a que su credibilidad siempre fue puesta en entredicho, hasta el punto de que la propia Universidad de Cardiff la consideró «una farsa», las redes sociales propagan, año tras año, la noticia.
Una iniciativa española consiguió, en 2016, que el propio profesor Arnall renegase públicamente de la creación del Blue Monday, y se uniese al movimiento #StopBlueMonday. «Es hora de renunciar definitivamente a que comentarios, noticias o fórmulas inventadas manipulen nuestros sentimientos y empezar a mejorar nuestro clima entre todos», afirmó el profesor.
El proyecto consiste en lograr que el día dedicado a la tristeza sea definitivamente erradicado de los calendarios y, en su lugar, se sensibilice a la sociedad en la lucha contras las noticias falsas que lo crearon. Es decir, que el Blue Monday se convierta en el Día Internacional contra las fake news.
Redacción (EFE)