El estrés durante los exámenes aumenta el apetito por la comida rápida, según ha puesto de manifiesto un estudio realizado por expertos de la Universidad de Gante (Bélgica) y presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad en Glasgow (Reino Unido).
Durante el período de examen de un mes de duración, a los participantes les resultó más difícil seguir una dieta saludable, y solo una cuarta parte cumplió con los 400 gramos de frutas y verduras que se recomiendan al día por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, los estudiantes que reportan niveles más altos de estrés tienden a comer bocadillos con más frecuencia.
Los autores reconocen que sus hallazgos muestran diferencias de observación, por lo que no se pueden extraer conclusiones firmes sobre la causa y el efecto. De hecho, señalan varias limitaciones, entre ellas que los patrones dietéticos se basaron en datos autoinformados que pueden haber introducido información y sesgo de recuerdo; y que la mayoría (92%) de los participantes eran mujeres, que tienden a preferir los alimentos dulces y grasos como artículos de comodidad, lo que puede limitar la generalización de los resultados a los hombres.
Redacción (Agencias)