Que levante la mano quien no ha llegado a casa sin ser consciente del trayecto, ha hecho mentalmente la compra en el transcurso de una reunión o se ha sorprendido planeando una cena en la cola de un banco.
Ejemplos hay miles, según personas, momentos o escenarios, pero respuestas, una, porque todos dejamos de ser conscientes más de una vez al día y actuamos y pensamos sin darnos cuenta de que lo estamos haciendo.
El psicólogo clínico Pedro Moreno explica que esto ocurre, aunque parezca obvio, porque los humanos tenemos una capacidad innata de «funcionar en automático», demasiado sobrevalorada y que se relaciona con la «multitarea» y con altas dosis de eficiencia y productividad. Según este experto, que la mente salte de un asunto a otro sin mecanismos de control y, sobre todo, sin que se sea consciente de ello, podría considerarse una especie de «seguro de vida» de los humanos de no ser por la excesiva «letra pequeña» que encierra ese «contrato» y que está íntimamente relacionada con el estrés y la ansiedad.
Redacción (Agencias).