Desaparecen un 88% desde 1970 hasta 2012, de cuando son los últimos datos al respecto, el doble que entre especies terrestres o de agua salada.
Esas son las cifras que un estudio del Instituto Leibniz de Ecología de Agua Dulce y Pesca Interior, en Alemania, arroja en Global Change Biology sobre el estado de la megafauna de ríos y lagos en todo el mundo.
Sus autores denuncian que, a pesar de que las especies de pez de mayor tamaño se ven especialmente afectadas por la pérdida de biodiversidad, existen grandes brechas en las acciones de monitoreo y conservación de estos animales.
«Los resultados son alarmantes y confirman los temores de los científicos involucrados en el estudio y la protección de la biodiversidad de agua dulce», explica en un comunicado Sonja Jähnig, principal autora del estudio y experta en los efectos del cambio global en ecosistemas fluviales.
Como principal amenaza para la megafauna de agua dulce, término que engloba a todos los animales de agua dulce que pesan más de 30 kilogramos, señalan la sobreexplotación ya que a menudo son objetivo de caza por su carne, piel y huesos.
Sarai de la Mata