Un nuevo sistema permite conocer en tiempo real la calidad del agua de los ríos, gracias a una red de sensores sumergidos, interconectados con cable de fibra óptica de alta resistencia a tracciones mecánicas y capacidad de transmisión, y que pueden enviar alarmas automáticas en caso de contaminación.
Las redes de distribución de agua, así como los ecosistemas fluviales y marítimos cercanos a la costa pueden estar expuestos a una contaminación involuntaria que podría llegar a causar alteraciones en la calidad del agua. Esto puede amenazar la salud humana en el caso de utilizar el agua para el abastecimiento potable, así como también amenazar la estabilidad de los ecosistemas acuáticos.
Para evitarlo, las empresas de gestión del agua potable para consumo humano utilizan sistemas para el control de la calidad del agua. Sin embargo, en los entornos fluviales y marítimos los métodos utilizados dependen de análisis en laboratorio que pueden tardar varios días.
Redacción (Agencias).