Para aliviar la presión turística, Ámsterdam ofrece fórmulas alternativas que van desde un paseo por sus canales en pateras que un día sirvieron para cruzar el Mediterráneo entre África y Europa, hasta guías turísticos dispuestos a casarse simbólicamente y por un día con sus visitantes.
La guía de bolsillo, colorida y llena de ironías a lo largo de sus cien páginas, está repleta de ideas alternativas, destinadas a reconciliar a lugareños y visitantes, y que, codo con codo, visiten los rincones desconocidos de la ciudad, y al mismo tiempo, hagan un turismo más ecológico y respetuoso con la capital holandesa, desbordada de turistas.
De entre todas las actividades que proponen, la que más está captando el interés del mundo es «Cásate con un Amsterdamer (el gentilicio de la ciudad, en neerlandés) por un día», una celebración peculiar que está desbordado de solicitudes. En definitiva, bodas peculiares de unos 35 minutos y por unos 100 euros, ofreciendo todo lo necesario: vestidos, velos, sombreros, anillos, música y hasta champán.
Otra de las opciones más curiosas es un tour por los canales en uno de los barcos de pesca que, en el pasado, utilizaron grupos de inmigrantes para llegar desde el norte de África hasta Italia.
Redacción (EFE)