Mimosa, matalobos, rompesacos, cola de zorra, boca de dragón, uña de gato, espantalobos o emborrachacabras son algunos nombres curiosos de plantas recogidos en el «Herbario de Plantas Silvestres» que acaba de publicar Larousse, segunda edición de un compendio original de 2009 que describe y recoge las singularidades de 275 especies botánicas.
Los autores de este herbario, Pierre y Délia Vignes, explican que el objetivo de su obra «no es poder identificar todas las plantas que encontremos durante un paseo campestre», ya que las plantas descritas en el libro sólo pertenecen a una única rama de la botánica, la más evolucionada del reino vegetal, las fanerógamas, es decir, las plantas con flores y semillas.
Pero tampoco están todas las fanerógamas porque, según sus autores, una recopilación de todas las fanerógamas de la Europa mediterránea y continental «necesitaría por lo menos 15 tomos del grosor de este libro», que tiene 568 páginas. Por eso, el libro, que recoge las plantas con semilla y flor más representativas con presencia en Europa, obvia todas las plantas sin flores: algas, líquenes, musgos, helechos y equisetos, así como los hongos, que no tienen clorofila.
Redacción (Agencias).