Han pasado de las técnicas de la alta cocina a preparar lentejas y albóndigas. Con o sin estrellas Michelin, cada vez son más los cocineros que se suman a iniciativas solidarias para dar de comer a personal sanitario y personas necesitadas, una experiencia, que dicen, es muy gratificante.
Diego Guerrero, con dos estrellas Michelin en DSTAgE (Madrid) ha vuelto a su «hiperactividad» después del «parón en seco» que supuso el cierre de los restaurantes. Es uno de los profesionales que se ha sumado a World Central Kitchen (WCK), la ONG de José Andrés que ha incluido a España en su plan de acción internacional.
Ha pasado del menú degustación a las raciones de subsistencia diaria. «Lo nuestro es cocinar, simplemente hay que adaptarse a los medios y la finalidad. Seguimos buscando dar el máximo nivel con lo que tenemos, para que los sanitarios tengan algo rico que comer», como lomo con guiso de pochas o cordero con ensalada de quinoa.
Redacción (Agencias).