Este 29 de abril se cumplen 40 años del fallecimiento de Alfred Hitchcock, una de las figuras clave para entender el cine. Con fama de perfeccionista, neurótico y Edipo del celuloide, es considerado uno de los cineastas más influyentes de la historia del séptimo arte, con una monumental filmografía.
El cine debe al realizador el ‘mcguffin’, sus extravangantes giros argumentales, su gusto por los hipnóticos planos cenitales, los fugaces ‘autocameos’ y otras tantas obsesiones y argucias narrativas de las que el maestro del suspense se servía para sus producciones. Con fama de morboso, fetichista, misógino y obsesionado por cierta clase de mujer, que encarnaron en sus películas actrices como Kim Novak, Tippi Hedren o Grace Kelly.
Hitchcock logró que el público fuese fiel a su cine, sobrepasando la fama de sus propios protagonistas, provocando que los espectadores no fuesen a ver una película protagonizada por Cary Grant o James Stewart, sino un filme de Hitchcock, siendo él la estrella.
En el aniversario de su muerte, he aquí una selección de seis películas imprescindibles del maestro británico.
LA SOGA (1948)
Entre logros formales del director, es imposible no destacar ‘La soga’, rodada en continuidad tanto tiempo como permitían las cámaras de la época, pues la cinta está compuesta de planos secuencia de diez minutos. No es lo único que causó revuelo en la época, pues este particular cluedo se desvela también como una reflexión homoerótica en torno al superhombre de Nietzsche.
LA VENTANA INDISCRETA (1954)
Hitchcock volvió a encerrar su trama en, prácticamente, un solo escenario: edificios contiguos con un patio en el interior, al que dan los ventanales traseros de la residencia del fotógrafo L.B. «Jeff» Jefferies (James Stewart), el cual se encuentra confinado en su casa postrado en una silla de ruedas con una pierna rota. Su aburrimiento le lleva a mirar la vida de los vecinos y acaba descubriendo de un asesinato.
Solo Hitchcock podía convertir el placer de voyeur en un escalofriante juego de misterio en el que Lisa (Grace Kelly), la novia del fotógrafo, y Stella (Thelma Ritter), la enfermero del lesionado, acaban convertidas en cómplices de las indagaciones de Jeff. Un magnífico rompecabezas cuyo poder narrativo lo convierten en uno de los títulos imprescindibles de su carrera.
VÉRTIGO (DE ENTRE LOS MUERTOS) (1958)
Una de las películas más celebradas y veneradas de Hitchcock es también una de las más influyentes de la historia del cine. ‘Vértigo (De entre los muertos)’ reúne las pulsiones y obsesiones del director en la historia de Scottie Fergusson (James Stewart), un detective retirado contratado por un viejo amigo para cuidar de Madeleine (Kim Novak), una mujer obsesionada con su pasado.
Sus míticos títulos de crédito, realizados por el artista Saul Bass, se adentran en el ojo de una mujer de la misma forma que Hitchcock se sumerge en la mente neurótica de sus personajes en la que es una de sus películas fundamentales. ‘Vértigo’ es la suma de las obsesiones del director, así como una de las cimas de su filmografía.
CON LA MUERTE EN LOS TALONES (1959)
El detonante de otra de las grandes películas del realizador nace de una casualidad casi kafkiana: Roger O. Thornhill, un ejecutivo que trabaja en publicidad, es confundido por George Kaplan, un agente del gobierno, y termina siendo secuestrado por unos espías que le interrogan en una mansión de la que finalmente huye.
Uno de los grandes thrillers del maestro, rendido aquí al entretenimiento en una película que recompensa al espectador que suspende su incredulidad con más de dos horas de divertimento y disfrute.
PSICOSIS (1960)
Hitchock, tanto o más celoso que Tarantino de los spoilers para ‘Psicosis’, insistió en que en su película hubiera una petición expresa a los espectadores para que no revelaran nada de la trama. De hecho, una vez comenzada la proyección, nadie podía entrar a la sala.
Además de su música histriónica y de la mítica escena del baño, ‘Psicosis’ retoma la obsesión edípica del director con la tortuosa relación de Norman Bates y su madre. Una de las películas a las que más debe el terror psicológico y el suspense actual.
LOS PÁJAROS (1963)
La perversa imaginación de Daphne du Maurier, prolífica escritora británica, fue el punto de partida de Alfred Hitchcock para algunas de sus grandes películas. Fue el caso de ‘Rebeca’ o ‘Posada Jamaica’, pero quizá la más recordada de las adaptaciones fue ‘Los pájaros’.
El resultado fue una de las obras más surrealistas del realizador. ‘Los pájaros’ reflejó el interés de Hitchcock por el terror como muestra de pérdida de seguridad del individuo contemporáneo, uno de los elementos fundacionales del género.
Redacción (Agencias)