El Observatorio de Vigilancia Atmosférica Global de Izaña (Tenerife) alcanzó 418,7 ppm (partes por millón) de concentración media diaria de dióxido de carbono (CO2) durante el pasado 18 de abril, lo que supone un nuevo récord histórico de la serie y una cifra sin referentes desde hace tres millones de años, cuando el ser humano no habitaba aún la Tierra.
Los datos de este observatorio, dependiente de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se unen a los del ubicado en Mauna Loa (Hawái), que llegó a 417,8 ppm el pasado 9 de abril. La estación hawaiana comenzó a tomar datos en 1958 y está considerada como un lugar de referencia para el estudio de los gases de efecto invernadero.
El nuevo pico se produce en un contexto en el que varias regiones han reducido significativamente su actividad por la crisis sanitaria del Covid-19.
Los paros temporales impuestos por la situación de pandemia han bajado las emisiones de gases de efecto invernadero en torno a un 25% en las áreas donde se han producido, algo que tiene un impacto mínimo en el cómputo global de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, donde pesa fundamentalmente lo ya acumulado en décadas previas.
Según el consenso científico, para mantener el incremento global de temperaturas dentro de un umbral seguro (no superar un calentamiento de 1,5ºC respecto a la era preindustrial) será necesario haber podido reducir mundialmente parar 2030 en un 45% las emisiones de 2017 y haber alcanzado emisiones próximas a cero en 2050, lo cual implica un proceso de descarbonización que consolide un modelo económico basado en energías renovables.
Redacción (Agencias)