Las adopciones de animales crecieron considerablemente en Bélgica durante el confinamiento provocado por la pandemia del coronavirus, pero los refugios alertan de que, con la relajación de las medidas de aislamiento y la permisividad de viajar durante las vacaciones estivales, existe la amenaza de un repunte en el número de abandonos.
Steave Bové, trabajador de la protectora Croix Bleu (Cruz Azul)de Bruselas, señaló a Efe que durante los últimos meses las adopciones «han aumentado alrededor de un 200%» con respecto a finales del pasado año y comienzos de 2020.
En esta protectora también han notado un descenso en el número de animales que fueron acogidos por el refugio.
Según la prensa, esta situación se ha repetido en los refugios de animales de toda Bélgica.
«Ha habido mucha gente que ha estado sola durante el confinamiento y para contrarrestar esto han adoptado un animal, aunque también han venido muchas familias», comentó Bové, quien opina que «tal vez los niños se aburren estando tanto tiempo encerrados en casa, y una mascota les permite entretenerse».
No obstante, los refugios temen que los animales vuelvan a ser abandonados ante el levantamiento generalizado del confinamiento y la reapertura de fronteras al turismo.
Es habitual que, durante la época estival, el abandono de perros y gatos aumente ante la imposibilidad de compatibilizar las vacaciones con su cuidado, por lo que en las últimas adopciones centros como en el que trabaja Bové han tomado la precaución de asegurarse de que la gente que se llevaba a los animales tenía tiempo realmente de ocuparse de ellos.
Por otro lado, los refugios de animales son conscientes de que el coronavirus derivará en una fuerte crisis económica, lo que podría hacer disminuir las donaciones que reciben de los ciudadanos.
Redacción (Agencias)