La niña que nos hacía ver el mundo a través de sus propios ojos, con su característica mirada crítica y comprometida, aterrizó en nuestro país hace 50 años de la mano de la editorial Lumen. Mafalda fue rechazada por otro grande del sector, Carlos Barral, quien consideró que esta niña contestataria no encajaba en su línea editorial.
Mención aparte merece la llegada de Mafalda a nuestro país: las historias de Joaquín Salvador Lavado, «Quino», -que hacía siete años que se publicaban en Argentina- llegaron en «tiras chiquitas» bajo una banda lateral que ponía «solo para lectores adultos» por considerar que esta niña era «demasiado transgresora».
A esta celebración, se une además otra efeméride, ya que ayer el maestro argentino, Joaquín Salvador Lavado Tejón, «Quino» (Mendoza, 1932) celebró sus 88 años. El propio Quino aseguró a Efe en su última visita a España hace 6 años, que Mafalda era como un «mueble» que le salió «bien lindo».
Un armario, aparador o mesilla de noche perfecta que, pese a que dejó de dibujarla hace 47 años, no pierde su vigencia, su frescura y su golpe certero. Su creador se encargó de poner»mucho» de su vida personal y de su visión de la actualidad para que Mafalda tuviera siempre ese halo de actualidad que la ha transportado a nuestros días.
Redacción (EFE/Kiss FM)