La crisis climática y la escasez de recursos hacen que sea “hoy más necesario que nunca” acudir a la naturaleza no solo como fuente de recursos sino también de sabiduría e inspiración, ya que, de no hacerlo, “estamos condenados a no subsistir”.
Observar los sistemas que rigen la naturaleza para emularlos y aplicarlos a cualquier actividad humana con el fin de lograr productos y servicios más sostenibles es lo que persigue la biomímesis.
Para el biólogo Manuel Quirós, la biomímesis supone una cura de humildad para la humanidad porque “no somos los primeros, ni los más listos en hacer las cosas; la naturaleza ya lo ha hecho”.
Pegamentos basados en la física y no en la química o imitar las propiedades de autolimpieza de la flor de loto para crear materiales que repelen el agua son algunos de los resultados de esta ciencia cuyo fin no es copiar la naturaleza sino emularla.
“La naturaleza no se puede dar el lujo de derrochar”, añade el arquitecto Marcelo Fraile y es por ello que la eficacia es una de las piedras angulares de esta disciplina.
Redacción (Agencias).