El ciervo volante europeo, como se conoce a este tipo de escarabajo, es famoso por sus características mandíbulas en forma de asta. Pero, desgraciadamente, está seriamente amenazado pese a que su presencia es fundamental en el ecosistema forestal.
Este tipo de escarabajo se alimenta de la madera muerta de los bosques, pero la reducción progresiva en la superficie forestal y que muchas veces no se deja a los árboles envejecer, deja sin comida a este descomponedor esencial para el medio ambiente.
Para asegurar la supervivencia de este insecto se ha creado un proyecto colaborativo en el marco de la European Stag Beetle Monitoring Network. Con esta iniciativa se busca monitorizar sus poblaciones.
De hecho, si te interesa el mundo animal y la preservación de la biodiversidad, el proyecto busca voluntarios para recoger información sobre las poblaciones de este escarabajo: su tamaño poblacional, su distribución y las tendencias para mejorar su conservación.
Si quieres colaborar puedes hacerlo en este portal. Los voluntarios deberán recorrer el camino a un ritmo suave e ir completando una “hoja de campo” disponible en el portal del proyecto.
Redacción (Agencias)