El teletrabajo, una práctica nueva para muchos, que no está exento de una serie de pautas, al igual que si estuviésemos en la oficina. El trabajo durante muchas horas fijando la vista en la pantalla del ordenador suele conllevar irritación y fatiga ocular, tensión cervical, y dolores de cabeza y musculares de cuello y de espalda. Una adecuada higiene postural es muy importante para evitar su aparición.
La mesa deberá ser elevada (72-75 centímetros), sin barreras para las piernas, y suficientemente amplia para que quepan bien todos los equipos de trabajo y permita apoyar los antebrazos con comodidad.
En cuanto a la silla, lo mejor es que se adapte bien a la mesa para que la postura sea lo más cómoda y ergonómica posible, procurando que la espalda se mantenga erguida formando un ángulo recto con los muslos, así como entre el brazo y antebrazo, para no generar tendinitis ni problemas musculoesqueléticos. Lo ideal sería que fuese regulable en altura, con cinco apoyos rodantes en el suelo, apoyabrazos y respaldo reclinable, y también contar con apoyapiés, imprescindible cuando estos no alcanzan el suelo», detalla el especialista.
El puesto de trabajo se orientará de modo que la luz entre por la izquierda quedando la pantalla del ordenador perpendicular a la ventana. La pantalla debe estar debidamente ajustada en cuanto a brillo y contraste y usar una resolución con el tamaño adecuado para evitar la fatiga visual. Se recomienda que esté a más de 40 centímetros de distancia, con su borde superior a la altura de los ojos.
La inclinación del teclado debe ser ajustable y con una distancia de más de 10 centímetros, entre éste y el borde de la mesa, para permitir trabajar en una postura cómoda, que no canse los brazos y manos.
Se deben establecer unos horarios regulares con pausas cortas y frecuentes, de cinco a diez minutos cada hora, en las que descansar la vista y caminar un poco para desentumecerse y realizar estiramientos, además de programar una actividad física diaria para evitar que el teletrabajo lleve al sedentarismo.
En cuanto a las gafas, menor que las lentillas, especialmente si van a permanecer muchas horas delante del ordenador y notan sequedad ocular al final del día.
Otro de los riesgos del teletrabajo es alargar la jornada laboral mucho más de lo recomendable, lo que puede conducir al estrés y el agotamiento. Tras cumplir el horario, lo mejor, desconectar dedicando tiempo a la familia, al ocio y a uno mismo.
Redacción (Agencias)