Es el bocado al que nadie puede resistirse, y aunque las clásicas de jamón son las que siguen triunfando, este plato no deja de reinventarse en la cocina española, es el de las croquetas. Hablamos de las croquetas, claro está. Para hacerlas perfectas, como las de nuestras abuelas, desde Oído Cocina Gourmet han elaborado un listado con los errores más comunes a evitar a la hora de elaborar croquetas. ¡Manos a la masa!
1. Lograr una buena base
Preparar una buena bechamel es clave para conseguir unas croquetas de infarto. Para ello, la masa debe ser cremosa. Ni muy líquida, ni demasiado consistente. ¿Cómo conseguirlo? Márcate un 50-50-400, es decir, 50 gramos de harina, 50gr de mantequilla y 400ml de leche. Y lo más importante, no dejar de remover.
2. No restes importancia al relleno
La elección de los ingredientes también es crucial. Cristina Comenge, cofundadora de Oído Cocina Gourmet, asegura que “la calidad de los productos que se utilizan para elaborar croquetas no deberías pasar a segundo plano”. Aunque el rey indiscutible es el jamón, por qué no arriesgar un poco. ¡En la variedad está el gusto!
3. ¡El tamaño y la forma sí importan!
Es importante que tus croquetas sean lo más similares posible, no solo porque un plato entre primero por los ojos, sino porque así el tiempo de cocinado será el mismo. Un buen truco para conseguir darles forma a tus croquetas, y que salgan iguales, es utilizar una manga pastelera o dos cucharas.
4. Prepararlas y cocinarlas el mismo día no es buena idea
Las prisas no son buenas compañeras en la cocina y menos cuando se trata de croquetas. Por ello, si te apetecen croquetas el sábado comienza a elaborarlas el viernes. Una vez la masa se haya enfriado y hayas dado forma a tus croquetas, lo ideal es dejarlas reposar al menos 12 horas en el frigorífico.
5. ¡Cuidado con abusar del empanado!
No hace falta enfundar las croquetas en pan rallado, una capa será suficiente. Si lo que te gusta es que la croqueta sea realmente crujiente desde Oído Cocina Gourmet te recomiendan que utilices Panko, una especie de pan rallado japonés de escama un poquito más gruesa que el pan rallado tradicional, pero que absorbe mucho menos aceite.
6. Cualquier aceite no sirve
Optar por un buen aceite es tan importante como los ingredientes del relleno. Aunque no solo hay que revisar que sea de calidad. Existen aceites muy buenos, pero no tienen por qué ser los ideales para freír croquetas. La elección de un aceite de oliva suave es la mejor opción puesto que no aporta sabor.
7. ¡Ojo a la temperatura!
La fritura parece fácil, pero no lo es. Se necesita cantidad, unos tres dedos para que no tengamos que dar vuelta a las croquetas y se cocinen de manera homogénea. La temperatura ideal del aceite es 180ºC, para poder mantenerla y que no baje de golpe, lo recomendable es introducirlas en tandas de 8-10 croquetas. Poner demasiada cantidad de croquetas al mismo tiempo hace que el aceite pierda temperatura y se cuezan.