Las capas de hielo de los polos norte y sur del planeta, separadas a unos 20.000 kilómetros de distancia, han estado interconectadas entre sí gracias a los cambios en el nivel del mar en los últimos 40.000 años.
Así lo explican cinco investigadores de instituciones de Alemania, Canadá, Estados Unidos y Reino Unido en un estudio publicado este miércoles en la revista Nature. Este trabajo demuestra por primera vez que los cambios en la capa de hielo de la Antártida fueron impulsados por el deshielo en el hemisferio norte en el ciclo glacial más reciente.
A medida que el clima se enfrió en la última Edad de Hielo, el agua quedó atrapadas en el hielo terrestre del hemisferio norte, lo que provocó la bajada del nivel del mar en la Antártida y el consiguiente crecimiento de la capa helada en este continente.
Fuente · Servimedia