La llegada de la Navidad es sinónimo de turrones, roscones de Reyes y panettones, aunque las restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus ha llevado a las panaderías y pastelerías a reinventarse. El sector apostará este año por una oferta en formatos más reducido acorde a unas celebraciones familiares y sociales con un número de integrantes acotados.
«El rosco grande para restaurante y grandes familias damos por hecho que no vamos a hacerlo. Vamos a hacer roscones para dos y tres personas y para seis», resumen desde Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y Afines (Ceoppan).
«Rara es la panadería que no sirve a un restaurante o a un evento», asegura el presidente de la asociación, quien explica que las ventas de productos navideños por este canal representan cerca del 20 %, que difícilmente pueden ser compensadas por la comercialización en tienda o en formato online, que este año ha registrado un leve aumento.
El objetivo es preparar «más unidades y más pequeñas», que ya probaron durante las festividades de Todos los Santos y Semana Santa, aunque con la incertidumbre de si se podrán compensar las ventas para equipararlas a años anteriores. El sector no oculta sus dudas.
Sin embargo, van «muy bien», con algunos productos que ya están registrando altos niveles de venta, como el panettone, y se preparan para hacer incluso formatos más pequeños de turrones, de 150 gramos en vez de los usuales tamaños de 250 gramos.
Redacción (EFE/Kiss FM)