Un aumento de materia desde las profundidades de la corteza terrestre aleja el continente de América cuatro centímetros más lejos de Europa y África porque ensancha el océano Atlántico.
Así lo asegura un equipo de sismólogos dirigido por la Universidad de Southampton (Reino Unido) en un estudio publicado en la revista ‘Nature’.
Las placas adheridas a América se están alejando cuatro centímetros al año de las ligadas a Europa y África. Entre estos continentes se encuentra la Cordillera del Atlántico Medio o dorsal mesoatlántica, donde se forman nuevas placas y que actúa como línea divisoria entre las placas que se mueven hacia el oeste y las que lo hacen hacia el este; por debajo de esta cresta submarina, el material se eleva para reemplazar el espacio dejado por las placas cuando se separan.
Sismólogos de la Universidad de Southampton han encontrado evidencia de un afloramiento en el manto, el material entre la corteza terrestre y su núcleo, desde profundidades de más de 600 kilómetros por debajo de la Cordillera del Atlántico Medio, lo que podría estar empujando las placas desde abajo, de manera que los continentes se separan más. Normalmente, se cree que los afloramientos bajo las crestas oceánicas se originan en profundidades mucho más someras de alrededor de 60 kilómetros.
39 SISMÓMETROS EN DOS CRUCEROS
A bordo de dos cruceros de investigación, el equipo desplegó 39 sismómetros en el fondo del Atlántico. Los datos proporcionan la primera imagen a gran escala y de alta resolución del manto debajo de la Cordillera del Atlántico Medio.
Éste es uno de los pocos experimentos de esta escala realizados en los océanos y permitió al equipo obtener imágenes de variaciones en la estructura del manto de la Tierra a de profundidades de 410 y 660 kilómetros, que están asociadas con cambios abruptos en las fases minerales.