Un nuevo estudio liderado por la Universidad de Chicago (Estados Unidos) asegura que la alimentación basada en mordiscos evolucionó originalmente en especies acuáticas y, posteriormente, se adaptó para su uso en tierra.
El estudio evidencia que el extinto ‘Tiktaalik roseae’ era capaz de morder y succionar mientras comía.
Esta criatura, cuyo cráneo plano recuerda a un caimán, vivió justo en la cúspide de la transición de la vida en el agua a la vida en la tierra, según el autor del trabajo, Nei Shubin.
La diferencia entre el agua y el aire creó problemas para los animales que se movían por primera vez fuera del agua y hacia la tierra, según apunta el coautor del estudio, Justin Lemberg.
La mayoría de especies de vertebrados acuáticos utilizan la alimentación por succión para ayudar a atraer presas a la boca. Sin embargo, esa alimentación por succión es ineficaz en tierra. Los vertebrados terrestres tuvieron que ingeniárselas y recurrir a otros métodos para capturar a sus presas. El cómo sucedió esto es ambiguo y, por ahora, se desconoce, mucho más incluso que la transición de la aleta a la extremidad, indica Lemberg.
Los investigadores realizaron un examen detallado de la morfología del cráneo del ‘Tiktaalik roseae’ que le permitió identificar nuevos rasgos clave, como las articulaciones deslizantes. Además, observaron distintas similitudes entre ‘Tiktaalik roseae’ y los catanes, una especie ‘fósil viviente’ que antes se pensaba que sólo utilizaba movimientos laterales para capturar presas. Sin embargo, en un estudio anterior, descubrieron que los catanes utilizan el chasquido lateral y la succión sinérgicamente mientras se alimentan, gracias a las articulaciones deslizantes únicas en sus cráneos que ayudan a crear succión mientras muerden.
Estas similitudes llevaron a los investigadores a creer que ‘Tiktaalik roseae’ pudo haberse alimentado de la misma manera, antes de que los animales colonizaran la tierra. El estudio ha sido publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.