Este 17 de marzo, el artista de Alabama cumpliría 102 años. El músico estadounidense aclamado por ser uno de los pianistas más brillantes de la era del swing logró su mayor éxito comercial, sin embargo, como vocalista al estar considerado como uno de los mejores cantantes de la historia del jazz.
Criado en Chicago, aprovechó la labor de su padre como pastor de iglesia para cantar y tocar allí el órgano desde los 12 años. Antes de cumplir los 18 logró formar su primer grupo de jazz, Royal Dukes. En 1937, comenzó a tocar en clubes de jazz en Los Ángeles. Allí formó el King Cole Trio con el guitarrista Oscar Moore (luego reemplazado por Irving Ashby) y el bajista Wesley Prince (reemplazado después por Johnny Miller).
Entre finales de 1930 y comienzos de 1940, el grupo realizó varias grabaciones instrumentales y otras ya con componente vocal. Su mayor éxito llegó cuando Cole comenzó a doblar sus funciones como cantante solista. Conocido por su tono cálido y fraseo impecable, fue considerado uno de los mejores vocalistas masculinos, aunque los críticos de jazz lamentasen su alejamiento del piano.
La popularidad de Cole le permitió convertirse en el primer afroamericano en presentar un programa de entretenimiento. The Nat King Cole Show, que debutó en la televisión NBC en 1956, fue víctima del fanatismo de la época y fue cancelado después de una temporada ya que pocos patrocinadores estaban dispuestos a asociarse con un artista negro.
Cole tuvo un éxito mayor gracias a sus conciertos a finales de la década de 1950 y principios de 1960. Sus éxitos de principios de los sesenta, Ramblin ‘Rose, Those Lazy, Hazy, Crazy Days of Summer y LOVE, indican que se estaba alejando aún más de sus raíces de jazz y se estaba concentrando casi exclusivamente en el pop convencional. Sin embargo, adaptar su estilo fue un factor que mantuvo a Cole en el candelero popular hasta su temprana muerte por cáncer de pulmón en 1965.
Redacción
Fotografía · Beverly Press (editada)