En 2019 Taylor Swift vio como perdía el control de sus primeras composiciones musicales después de que los derechos de sus trabajos terminaran en manos de un fondo de inversión ajeno a la artista.
Swift fue muy crítica con esta maniobra que desmantelaba todo su trabajo pero lejos de resignarse comenzó una estrategia para recuperar la propiedad intelectual de su música.
La artista no tenía el control de las grabaciones pero sí el de las letras por lo que se propuso el reto de volver al estudio y replicar toda su discografía anterior. El pasado otoño comenzó a grabar desde cero sus seis primeros discos.
Este viernes, Taylor Swift ha superado este desafío y ha vuelto a publicar «Fearless», un disco editado en 2008.
El nuevo «Fearless (Taylor’s Version)» suena exactamente igual que el original, aunque con la voz de Swift más madura, e incluye seis canciones compuestas durante aquellos años que finalmente no se publicaron, lo que eleva el listado a casi dos horas de duración.
De esta forma, cada vez que se utilice una canción suya en televisión o se reproduzca en una plataforma de «streaming» los beneficios no irán para el fondo de inversión que controla su catálogo anterior.
Redacción
