Uno de los símbolos más representativos del verano de Nueva York, la enorme y colorida noria de Coney Island, situada frente a la playa de la Gran Manzana, ha vuelto a girar.
La pandemia forzó el cierre hace 18 meses y el pasado viernes, 9 de abril, la estructura metálica, inaugurada en 1920, arrancó de nuevo devolviendo a la ciudad parte de su personalidad disipada en este último año.
«Wonder Wheel» (La rueda de las maravillas), vuelve así a la actividad después de haber tenido que cerrar en 2020 por primera vez en su historia por culpa de la pandemia, precisamente cuando iba a cumplir 100 años dando vueltas.
Para los propietarios del famoso parque de atracciones, la familia Voudaris, «es un rayo de luz al final del túnel».
La reapertura de la noria de 46 metros altura ha devuelto un renovado optimismo a la Gran Manzana. Muchos políticos acudieron a Coney Island para no perderse esta cita, entre ellos, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, que enérgicamente dijo «cuando vuelve Coney Island, cuando vuelven sus atracciones, vuelve también la ciudad de Nueva York«.
Redacción