Las cabinas telefónicas forman parte del baúl de los recuerdos del siglo pasado. Desde que llegaron los smartphones, la sociedad sustituyó las llamadas por los mensajes instantáneos, dejando en un segundo plano los terminales de telefonía fija.
A día de hoy, todavía permanecen activas unas 15.000 cabinas en España desde las cuales se realiza, de media, una llamada a la semana. Ante esta situación, el próximo año desaparecerá este servicio tal y como lo conocemos ahora.
Telefónica ha sido la encargada de mantener el servicio de estas cabinas, lo que le ha supuesto un gasto de cuatro millones de euros al año.
Sin embargo, hay empresas que tratan de darles una nueva vida, una segunda oportunidad. Es el caso de la empres iUrban, una empresa emergente que ayuda a los municipios a convertirse en ciudades inteligentes reconvirtiendo las cabinas en puntos de recarga móvil y oficinas de información turística 2.0 abierta todos los días del año.
El Convenio de Telefonía, que regula estos dispositivos establece como mínimo una cabina en municipios con más de 1.000 habitantes y otra más por cada 3.000 de esa localidad, quedará sin efecto o se transformará. Esto no permite la reconversión de muchas de las cabinas pero a partir del 1 de enero de 2022, dicho convenio quedará sin efecto o se transformará.
Se trata de una salida a las cabinas que habían supuesto años de pérdidas para Telefónica y una vez se cambie el convenio universal los impulsores de esta nueva vida se plantean lanzar una campaña nacional de distribución de estas cabinas interactivas para sustituir la telefonía por un servicio informativo.
Redacción
