Manu Chao ha estrenado un nuevo espectáculo en el Teatro Borràs de Barcelona que ha bautizado como «matalunes».
El cantante hispano-francés busca formatos más pausados pero igualmente consigue que los lunes parezcan sábados y que el público, con distancias y mascarillas, baile sin parar.
A pesar del 50% del aforo (límite máximo impuesto por la pandemia), el teatro se ha llenado y eso que apenas se hizo promoción del concierto, del que sólo se colgó un cartel virtual en la web del Teatro Borràs, en la que ni siquiera se menciona el nombre del artista. Únicamente se puede ver un enigmático «Arrímate a Manuel» y el dibujo de una figura de espaldas, que los seguidores de Manu Chao han reconocido al instante.
Manu Chao ha aguantado sentado casi hasta el final, igual que buena parte del público, pero con el tema de Mano Negra, «Mala vida», y el famoso «Clandestino», el resorte ha saltado por los aires y todo el teatro ha sido una fiesta.
El cantante, francés de nacimiento pero nómada por convencimiento, estaba estos días por Barcelona donde participó en una manifestación en contra de la represión en Colombia. Una reivindicación que ha estado presente también en el concierto, cuando dedicó la canción «El contragolpe» «al matarife» que gobierna el país.
Redacción