Tras solventar los problemas técnicos, el artista murciano Blas Cantó ha cerrado el primero de los ensayos sobre el escenario del Ahoy Róterdam (Ámsterdam, Holanda) que celebrará la gran final de Eurovisión el próximo 22 de mayo.
La canción «Voy a quedarme» que representa a España cuenta con una gran carga emocional que el artista ha desplegado en su primer ensayo acompañado por una gran luna luminosa. El escenógrafo elegido, el holandés Marvin Dietmann, ha apostado por un concepto sobrio que hace recaer casi todo el peso de la candidatura en la magistral voz de Cantó, vestido de negro riguroso.
La tarde ha estado dedicada expresamente a las primeras pruebas de los países directamente clasificados para la final: el anfitrión (Países Bajos) y los componentes del llamado «Big 5» (Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y España).