Un pueblo de Cádiz quiere que la Unesco declare las «charlas al fresco» Patrimonio de la Humanidad. Todos los vecinos se han unido a la iniciativa.
Las tradiciones andaluzas se cuentan a cientos, pero muchas forman parte del día a día de la sociedad desde hace décadas. Es el caso de las conocidas «charlas al fresco».
Y es que pocas cosas hay más satisfactorias que sacar una silla a la calle cuando empieza a caer el calor, a última hora de la tarde. En ese momento, empieza el tiempo para socializar con los vecinos, y comentar los últimos acontecimientos de la región.
Una tradición muy arraigada
En el gagitano pueblo de Algar tienen esta costumbre muy interiorizada. Pero ahora, con la llegada de la era digital, temen que esta práctica pueda caer en el olvido.
Para evitarlo el Ayuntamiento de Algar ha puesto en marcha una iniciativa para hacer que esas «charlas al fresco» se conviertan en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Creen que es la forma de evitar que esta costumbre desaparezca.
Desde el Consistorio, se han puesto en contacto con los cerca de mil vecinos del pueblo, para invitarles a participar de esta iniciativa. Les han pedido que todos salgan a las calles con sus sillas. Una vez acomodados, solo tendrán que charlar, «como siempre lo han hecho».
Algar, con las «charlas al fresco»
La respuesta de los vecinos ha sido unánime. Durante unas horas cada día, desaparece la tecnología y mayores y jóvenes se sientan en la calle a hablar con los vecinos. Eso sí, con mascarillas.
Ahora que cuentan con el respaldo del pueblo, el Ayuntamiento tendrá que seguir con los trámites. Aunque el futuro sea incierto, por el momento ya ha servido para que muchos pongan a Algar en el mapa.
Redacción/ Fotografía: El País