Las bacterias marinas procedentes de las frías aguas del Ártico tienen grandes poderes: biodegradar el petróleo y el gasóleo. Una teoría que ha sido conformado por un estudio publicado en “Applied and Environmental Microbiology”. Juegan un papel de protección en el Ártico frente a los vertidos de petróleo. La costa del Labrador fue el elemento de estudio. Una zona muy importante para los pueblos indígenas habitados a su alrededor que depende del océano para alimentarse.
Las bajas temperaturas, que se registran en esta parte del planeta también, influyen en esta protección natural que ejercen este tipo de bacterias. Por lo que queda confirmado que, el suministro de nutrientes puede mejorar la biodegradación de los hidrocarburos en condiciones de bajas temperaturas.
Los expertos se sienten preocupados por el cuidado y duración en buenas condiciones del Ártico. Por ello, llevaron a cabo este estudio para ayudar a informar sobre futuras estrategias de mitigación de vertidos de petróleo a bajas temperaturas en la región. Además, otro factor preocupante es el cambio climático. Durante los periodos con menos cantidad de hielo aumenta la actividad industrial. Esto supone que cualquier vertido de petróleo puede ser amenazante para el cuidado de esta zona del planeta.