Uno de los personajes más conocidos de la literatura infantil, Winnie the Pooth, celebra su cien cumpleaños. En agosto de 1921, Alan A.Milne, le regaló a su hijo, Christopher Robin, un oso de peluche como presente por su primer año de vida.
Aunque las aventuras de este dibujo animado no vieron la luz hasta 1926, con la publicación del primer cuento, muchos consideran que esta fecha marca el verdadero nacimiento de este personaje. Y es que, todas las historias que se han publicado, provienen de esos años en los que un padre se inspiraba en el peluche de su hijo para crear cuentos que le ayudaran a dormir.
Lo que mucha gente desconoce es que este oso era en realidad una osa que provenía de Winnipeg, Canadá. Durante la Primera Guerra Mundial, el soldado veterinario Harry Colebourn, decidió atravesar el Atlántico con este peluche que estuvo alrededor de cuatro meses con las tropas canadienses.
Originalmente, la osa tenía por nombre Winnipeg pero luego se simplificó a Winnie. Cuando Colebourn fue llamado a combatir en Francia, decidió dejar a su mascota en el Zoológico de Londres para que estuviera segura. Y fue entonces, cuando cayó en manos de su mejor amigo, Christopher Robin, el niño que se hizo famoso a través del libro de su padre Alan Alexander Milne.