Tras un estudio en profundidad de un antiguo supervolcán en Indonesia, un equipo internacional de investigación ha descubierto que este tipo de volcanes permanece activos durante miles de años después de su última erupción. Este dato los convierte en un elemento peligroso a pesar de considerar que están apagados o que no serán capaces de originar catástrofes en sus cercanías.
Continúa siendo una gran duda lo que ocurre en el interior de estas fábricas de lava durante sus períodos de inactividad. Lo que sí está claro, según ha informado el profesor Martin Daniík es que los supervolcanes suelen entrar en erupción varias veces con intervalos de decenas de miles de años entre las grandes expulsiones de lava. A partir de estos descubrimientos científicos, no se descartan para el futuro que vuelvan a tener lugar las superupciones. Un fenómeno natural que a lo largo de la historia, se han convertido en uno de los acontecimientos más catastróficos de la historia de la Tierra.
Las grandes cantidades de magna que expulsan, en el momento que se activa el gran volcán, puede provocar numerosas consecuencias para la población actual. Una de las más preocupantes es el cambio de clima mundo, llegando al punto de llevar a la Tierra a un invierno volcánico. Esto consistiría en un período marcado por un frío anormal que puede provocar hambrunas generalizadas y trastornos en la población.
Los investigadores consideran que es de vital importancia aprender el funcionamiento de los supervolcanes y sus erupciones, puesto que son una amenaza inevitable cada 17.000 años aproximadamente.