«Remix el Barrio», es una iniciativa barcelonesa, que surgió hace dos años con el objetivo de promover un ecosistema local de economía circular, entre los vecinos del barrio de Poblenou. ¿Cómo? Reutilizando la comida, que la gente tira a la basura, para generar otros recursos. La intención , era y es, reivindicar la necesidad de imaginar nuevos modelos y técnicas, con lo que llamamos comúnmente, «residuos».
Este viernes, los responsables del proyecto, han recogido el premio STARTS de «Colaboración Innovadora», que cada año concede la Comisión Europea. Ha sido premiado por un total de 1.564 propuestas de 96 países diferentes. Todo, dentro del marco de Ars Electronica, el festival más importante del mundo, destinado a las conexiones entre arte, tecnología y sociedad.
Actualmente, solo en Cataluña, se tiran a la basura, aproximadamente, 720 toneladas de comida al día que, asciende a las 260.00 anuales. Bajo esta premisa, «Remix el Barrio», con el apoyo del centro de innovación Fab Lab Barcelona, ha creado una exposición con nueve elementos orgánicos diferente, para mostrar a la población qué se puede hacer con lo que, el resto de «nosotros», calificamos de «inservible».
Entre los objetos de la exposición se encuentran una chaqueta fabricada a partir de pieles de naranja, lámparas construidas con huesos de aceituna, jabones a partir de aceites usados, aperitivos de mascota aprovechando restos de comida de restaurantes de la zona…
«Los perfiles son súper diferentes y esa es la fuerza del colectivo. Cada uno ha seguido su exploración individual y, poco a poco, ha transformado en productos sus ideas«, ha explicado Marion Real, una de las dos coordinadoras de la iniciativa.
También, en la exposición, hay un poster en el que se puede leer el eslogan de «Estoy hecho con restos del Poblenou». Una idea de Dihue Miguens, diseñador gráfico que decidió enfrentarse al reto de fabricar papel a través de cáscaras de granos de café.
Asimismo, «Remix el Barrio», se puede apreciar en su canal de Youtube, donde explican el proceso de creación de sus obras. De nuevo, con ello, la intención es dar visibilidad a la problemática de la basura y de la gran cantidad de comida que se malgasta, sin tener en cuenta las infinitas posibilidades que ofrece. Es decir, intentar ayudar a que la gente repiense su relación, tanto con la comida como con el concepto de residuo.
«Vamos a aumentar el colectivo de verdad y hacer proyectos para promover y difundir más las técnicas de biomateriales«, ha declarado la responsable de la iniciativa, tras recibir el premio.