En el sur de Tenerife reside el auténtico paraíso con el mejor clima del mundo, donde nada ni nadie te dejará indiferente: Arona. Un destino seguro, amable, abierto, dinámico, inquieto, inteligente y vanguardista; comprometido con la sostenibilidad y el medio ambiente (el municipio tiene la certificación internacional Biosphere), con la accesibilidad, con las nuevas tecnologías y la renovación. Arona es, sin duda, un compromiso con la vida.
A mediados del siglo XX, el sueco Bengt Rylander, periodista y veterinario que sufría de esclerosis múltiple, comenzó su búsqueda particular del lugar con el mejor clima del mundo. Cuando recaló en Los Cristianos, supo que lo había encontrado, y en este punto se inició el despertar turístico en el sur de Tenerife. Arona abrazó una rotunda revolución turística que a lo largo de los años se ha ido actualizando, siempre en continuo movimiento y transformación, elevando el turismo a su máxima expresión de servicio, sofisticación y buen gusto; reinventándose para seguir aportando felicidad al público más exigente.
Arona es el municipio multicultural por excelencia de Tenerife, con 130 nacionalidades. Es tolerante y receptivo con todos sus visitantes y residentes, que aportan un paisaje humano extraordinario. Sus maravillosas playas ya son tradición para los tinerfeños y canarios, que buscan nuevas sensaciones para un más que merecido descanso. O esa espectacular puesta de sol, con La Gomera al horizonte, mientras los surfistas aprovechan los últimos rayos de luz para coger la penúltima ola en la zona de Fitenia.
Playa de Las Américas es un lugar emblemático no solo para el surf tinerfeño: Arona fue la primera costa canaria en albergar el Campeonato Mundial de esta modalidad deportiva, siendo un paraíso surfero inigualable. Y no solo para los que practican este deporte. Numerosos y famosos deportistas de élite usan la completa oferta de instalaciones deportivas de Arona para sus entrenamientos y preparación física, sobre todo durante la dura temporada de invierno europea.
Este destino, además, y haciendo gala de sus orígenes, es uno de los más inclusivos de España, con un nivel de accesibilidad envidiable, de ahí que el pasado verano fuera uno de los tres reconocidos en todo el país por la organización que concede las famosas banderas azules.
Arona cuenta con el paseo peatonal sin barreras más largo de Europa, con hasta tres playas con un servicio público de baño asistido en el mar e, incluso, con una oferta alojativa específica para personas con diversidad funcional.
Un destino del que Bengt Rylander podría, años después, sentirse orgulloso.