Por todos es sabido que la colocación de ciertos productos en las zonas más próximas a las cajas fomenta el consumo de ese tipo de productos, algo que los propios supermercados aprovechan sabiamente para promocionar sus últimas novedades o aquello que más le interesa. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, no resulta ser ni lo más recomendable, ni mucho menos lo más saludable.
Ahora una investigación de la Universidad de Southampton, en Reino Unido, revela que una distribución que favorecieron la colación de alimentos saludables -como frutas y verduras- en las zonas próximas a las cajas y del final de los pasillos cercanos a las mismas favorecería un mayor consumo de las mismas. Se trata de un punto en el que habitualmente se destinan otro tupo de alimentos como los dulces.
El estudio se ha publicado en la revista ‘PLOS Medicine’ y basó sus ensayos sobre una una selección de tiendas de Iceland, en Inglaterra en las que se controlaron las ventas de las tiendas, así como los patrones de compra y de alimentación de una muestra de clientes habituales.