Varios investigadores del Instituto de Neurociencias UMH-CSIC de Alicante, han identificado que la comunicación entre, la grasa corporal y el cerebro, determina la transición de la etapa juvenil a la de maduración sexual o pubertad.
Para ello, ha analizado el comportamiento de diversas moscas de la fruta pero, sus conclusiones son extrapolables a los humanos, tal y como demuestra, el trabajo. El estudio se ha publicado en Cell Reports, y ha contado con la participación de científicos del, Instituto de Investigación Sanitaria La Fe, y de los Centros de Investigación, Príncipe Felipe de Valencia y Médica Aplicada de la Universidad de Navarra.
Las repuestas del trabajo explican que, tanto en humanos como en insectos, durante el desarrollo, el organismo libera hormonas esteroides por los circuitos neuroendocrinos que, inducen el paso del estadio juvenil a la pubertad para la maduración sexual. Pero, para el inicio de esta «transformación», requiere de la evaluación de varios puntos de control como los niveles de nutrientes, el tamaño o el estado de crecimiento de cada órgano. Según el estado de estos factores, el cuerpo decide si activar los circuitos neuroendocrino y liberar esteroides o, continuar con el crecimiento juvenil.
Además, el proyecto ha recalcado que la obesidad infantil, cuya prevalencia está aumentando hasta alcanzar proporciones pandémicas, se ha asociado con cambios en la edad de la pubertad. Y, que la desnutrición y el entrenamiento físico intensivo pueden retrasar también la maduración sexual.