Felinos, una perra y hasta un conejo. Las mascotas de algunos de los candidatos se han metido de lleno en la campaña electoral portuguesa a través de Twitter, una práctica inusual con la que los políticos muestran sus ideas al mismo tiempo que rebajan la tensión.
En esta campaña atípica marcada por los récords de contagios de ómicron, junto a las nuevas formas de hacer campaña algunos candidatos han encontrado en su mascota un nuevo aliado para llegar al electorado.
El primero en arrancar el «juego» fue Rui Rio, el candidato del partido de centroderecha PSD y líder de la oposición, al publicar una foto de su gato, Zé Albino, con la que hablaba de un posible pacto entre el Partido Animalista (PAN) y el gobernante Socialista (PS) tras las elecciones.
Las respuestas no se hicieron esperar y el fundador y candidato del partido de izquierdas Livre, Rui Tavares, se animó a responder, también con sentido del humor, con una foto de su propio felino, llamado, al igual que el famoso poeta y padre de las letras lusas, Camões.
La líder del animalista PAN, Inés de Sousa Real, pidió de forma respetuosa a Rui Rio que no se pusiera celoso porque su Zé Albino no fuera a votar al partido de su dueño.
João Cotrim Figueiredo, presidente de Iniciativa Liberal, se sumó a esta moda dejando a los felinos a un lado para presentar a su perra, Bala, en una foto en la que aparecen los dos.
Quien se ha quedado fuera de esta nueva moda electoral es el actual primer ministro y líder de los socialistas, António Costa, que parte como favorito en las elecciones y a quien se le ha visto en muchas ocasiones paseando con sus perros por Lisboa.
Por ahora, no ha querido presentar a sus mascotas en sociedad en esta campaña.