Desde el año 2007, cada 26 de febrero se celebra el Día Mundial del Pistacho.
Y no es para menos, se trata de un fruto seco muy saludable que ayuda a regular el nivel de colesterol, mantener una buena presión arterial, controlar el peso y llevar una dieta sana y equilibrada.
El alfóncigo o pistachero es el árbol del pistacho y es uno de los más antiguos del mundo. Según las investigaciones, tiene más de 7.000 años de antigüedad. Incluso aparece en algunos pasajes de la Biblia.
Es originario de Asia Menor y Occidental y lo usaban, sobre todo, viajeros y exploradores del mar durante sus largas travesías.
Antiguamente, el pistacho se consideraba un alimento apto solo para la realeza y no para los plebeyos.
Menos mal que ahora su acceso es universal porque los beneficios de este alimento son múltiples. Es un fruto cien por cien antioxidante que posee vitaminas como la K, B1, B2 y E, que ayudan a las células del cuerpo a mantenerse jóvenes. Según un estudio de la Universidad de Harvard, su consumo diario puede lograr que una persona pueda llegar a vivir 20 años más.
Además, es ideal para la depresión y el estrés, previene enfermedades como la diabetes, combate patologías de la vista, la piel o el estómago y… sí, también tiene propiedades afrodisíacas. ¡Todo ventajas!
