El Parque Arqueológico de Pompeya (sur de Italia), la ciudad sepultada por la erupción del Vesubio en el año 79, se ha dotado de «Spot», un pequeño robot cuadrúpedo capaz de inspeccionar lugares, incluso pequeños, registrando datos útiles para el estudio, además de ayudar a descubrir los túneles clandestinos que utilizan los ladrones.
El objetivo es «utilizar soluciones tecnológicas innovadoras» para «mejorar el seguimiento de lo existente y el conocimiento del avance de las obras de las zonas objeto de recuperación o restauración y por tanto gestionar la seguridad de la obra, así como de los trabajadores», explica la dirección de este área arqueológica.
El robot, que se asemeja a un pequeño perro, se introduce con agilidad en los recovecos de los restos de la ciudad, incluso en la oscuridad gracias a potentes focos, y, además de recoger nuevos datos, también puede ser utilizado para descubrir los túneles clandestinos que siguen realizando los ladrones para robar material arqueológico.
Redacción.