Casi uno de cada cuatro menores en edad escolar van a clase habiendo dormido menos horas de las recomendadas para su edad, según un estudio de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (FESMES), que alerta de sus consecuencias en su capacidad de aprendizaje.
El estudio ha sido elaborado en la Comunidad Valenciana, pero sus resultados «podrían ser extensibles» al resto de España, indica FESMES, que advierte de que «la infancia se encuentra en una situación crónica de déficit de sueño y de jet lag escolar» y que sus consecuencias «dejan huella» en los menores de cara al futuro.
«Sabemos que muchos de los problemas de origen metabólico que se diagnostican en la edad adulta empiezan a gestarse en la infancia«, indica el doctor Gonzalo Pin, pediatra y vocal de FESMES, quien destaca el aumento de trastornos cardiacos como consecuencia de la «incompatibilidad de los ritmos sociales con los ritmos biológicos de los menores».
Redacción.