Los cerebros fosilizados de un pequeño depredador marino de 500 millones de años de antigüedad, el stanleycaris, pueden hacer replantearse la evolución de los insectos y las arañas.
Un equipo del Museo Real de Ontario (Canadá) estudio los cerebros de 84 de estos animales. Descubrir cerebros fosilizados del periodo Cámbrico no es algo nuevo, pero sí lo es la cantidad y calidad de conservación de estos.
Stanleycaris pertenecía a una rama antigua y extinta del árbol evolutivo de los artrópodos llamada Radiodonta, emparentada con los insectos y arañas modernos. Los nuevos fósiles, muestran que su cerebro estaba compuesto por dos segmentos, el protocerebro y el deutocerebro, conectados con los ojos y las garras frontales, respectivamente.
Aunque la diferencia entre tener un cerebro de dos o tres segmentos puede no parecer un gran cambio, en realidad tiene implicaciones científicas radicales. Dado que en los cuerpos segmentados de los artrópodos se encuentran copias repetidas de muchos órganos, averiguar cómo se alinean los segmentos entre las distintas especies es clave para entender cómo se diversificaron estas estructuras en el grupo.
Redacción (Agencias).