La enfermera pediátrica española Carla Muñoz ha logrado salvar la vida de una bebé de 27 semanas de gestación en Kenia. Ante la falta de recursos, la sanitaria improvisó como soporte respiratorio una máquina fabricada con una botella de agua.
Muñoz ha explicado que “trabajar en situaciones tan extremas te obliga a desarrollar una capacidad de improvisación y de gestión de recursos que no necesitas en España”. La enfermera regresó a España cuando la bebé había comenzado su semana 31 de vida sin sufrir ningún episodio de empeoramiento.
Carla Muñoz trabaja como enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Universitario La Paz de Madrid y realizó un voluntariado durante dos meses en el hospital público de Lamu.
Los padres de la bebé le han puesto el nombre de Ángel, ya que consideran que su hija es un milagro. La enfermera enseñó los padres de Ángel «a prestar los cuidados médicos necesarios a su hija e incluso a vigilar el único monitor disponible que había en aquel momento”.
Gracias a dichos soportes respiratorios improvisados, Carla y sus compañeros han podido salvar muchas vidas de neonatos.
Redacción
