Si te preguntaran sobre quién podría ser el pirata más famoso, exitoso y temible de todos los tiempos, ¿quién vendría a tu mente? ¿Los corsarios británicos Henry Morgan y Francis Drake, el aventurero Barbanegra o el turco Jeireddín Barbarroja?
Pues, piénsalo otra vez. No es ninguno de ellos.
Fue una mujer china, ex prostituta, llamada Zheng Yi Sao, que a principios del siglo XIX se convirtió en la «Reina de los Piratas», aterrorizó el mar de la China Meridional y hubiera arrasado con todos los mencionados homólogos.
Nació alrededor de 1775 bajo el nombre de Shih Yang en la región costera de Guangdong, durante una época de agitación social y desigualdad económica.
Muchas familias pobres de Guangdong aprovechaban su familiaridad con la región costera para dedicarse parcialmente al contrabando y sobrellevar los momentos difíciles. Era lo que se podría llamar piratería de medio tiempo.
Shih Yang era probablemente una tanka -un grupo étnico que tradicionalmente vive en embarcaciones frente a las costas de Guangdong. Para 1801, se ganaba la vida como trabajadora sexual en un burdel flotante, donde atendía a clientes ricos.
Con un verdadero instinto empresarial, aprovechó su relación con estos ricachones lenguaraces para sacarles sus secretos y empezar a traficar con esa información para ganar dinero e influencia.
Confederación de piratas
Más tarde, ese mismo año, Shih Yang se casó con un famoso pirata llamado Zheng Yi. Ahí fue como empezó a conocerse como Zheng Yi Sao, que quiere decir «esposa de Zheng», y los dos se convirtieron en una poderosa pareja.
Zheng Yi Sao y su esposo tomaron control de todas esas embarcaciones que contrabandeaban y crearon una confederación pirata unida, con una flota de 400 juncos y unos 70.000 hombres bajo su mando.
También tomaron un aprendiz, llamado Zhang Bao Zai, que adoptaron como su propio hijo.
Pero en 1807, Zheng murió cuando cayó por la borda durante una tormenta y Zheng Yi Sao asumió el total mando de la confederación de piratas de Guangdong.
Para fortalecer su base de poder, Zheng Yi Sao aseguró el apoyo de dos jefes de banda de Zheng Yi y asignó a su hijo adoptivo Zhang Bao Zai a líder del antiguo escuadrón de su esposo, la Flota de Bandera Roja.
Para asegurar aún más su lealtad, Zheng Yi Sao se casó con Zhang Bao Zai, que en ese momento estaba en su veintena.
Su siguiente paso fue idearse una gama de maneras para mantener su inmensa pandilla de piratas en orden.
Así que impuso un código de leyes implacables bajo las cuales los miembros podían ser ejecutados por cobardía, desobediencia o por robar más de lo que les correspondía de un botín.
También se les podría cortar las orejas por estar ausentes sin autorización u otras infracciones menores.
Control marino
Después, Zehng Yi Sao enfocó su mira en el lucrativo comercio de sal de Guangdong.
Su piratas lanzaron ataques a las flotas de sal con tanto éxito que, en un momento dado, de un total de 270 barcos de sal del gobierno, solo cuatro no estaban bajo su control.
Y para desgracia de los comerciantes, no paró ahí. Creó un sistema de pasaportes, mediante el cual los comerciantes de sal tenían que pagar por un salvoconducto para que los piratas no los atacaran.
El sistema pronto se amplió para incluir todo tipo de comerciantes y embarcaciones de pesca, no solo las de la dinastía china Qing, sino los barcos británicos y portugueses. Hasta estableció una oficina de impuestos para recaudar las tarifas.
Como los piratas dependían de las aldeas locales para sus suministros, Zheng Yi Sao trató de mantener una alianza con estas.
De manera que, si alguno de los piratas atacaba a una embarcación que hubiese pagado por un salvoconducto, se le obligaba a entregar una alta indemnización.
No obstante, sus métodos eran temibles para quien se atravesaba en su camino.
Los piratas usaban un gran arcabuz de unos dos y medio metros de largo que necesitaba tres personas para operarlo. También intimidaban las embarcaciones nadando hacia ellas con largas varas que en la punta tenían afilados machetes.
Tregua y jubilación
Para 1809, el dominio militar y económico de Zheng Yi Sao fue tal que el gobierno de China solicitó a las fuerzas navales de Gran Bretaña y Portugal que los ayudaran a controlar la piratería.
Sin embargo, después de varias batallas marinas, los piratas pudieron ser derrotados.
Pero llegado 1910, Zheng Yi Sao y su grupo de bandidos decidieron llegar a un acuerdo con las autoridades de la dinastía Qing, con lo que pudieron suspender sus actividades a cambio de una jugosa pensión proporcionada por el gobierno.
No se sabe mucho de Zheng Yi Sao, después de eso, con la excepción que, tras la muerte de Zhang Bao Zai, en 1822, ella regresó a Guangdong para criar al hijo de los dos.
Tras vivir en una aparente jubilación de lujo, Zheng Yi Sao murió a los 69 años.
Pero su imagen, como la más poderosa pirata en la historia, fue tan cautivante que inspiró varios personajes ficticios como los de los de la serie de películas Piratas del Caribe.
Redacción BBC News Mundo